SANGREDentro de toda esta fiesta, música, alegría, vibra positiva y demás, se suele creer una historia color de rosa. Creemos de que la capoeira siempre fue como la conocemos hoy en día y hay veces que olvidamos que la capoeira fue escrita con sangre, con sangre derramada por gente en ansia de libertad, por sangre que regó los navíos, los campos de caña y las matas, sangre de gente que nunca desistió de ver algún día a sus hijos nacer libres.
Es por esto y mucho más que cada vez que cantamos una canción, tocamos un instrumento, y gingamos nuestro cuerpo en una roda, un entrenamiento o en la calle, tenemos el deber de recordar con respeto y conciencia lo que se hizo, se hace y se continuará haciendo en defensa de la gente, los pueblos y por nuestra Madre Tierra que sigue aún llorando mareas enteras de lágrimas por tanta injusticia y represión de la gente contra la gente.
Ahora, la capoeira es muy versátil y distinta a lo que fue, pero el fundamento nunca, y repito, nunca deberá ser olvidado.
El/La capoeirista conoce la historia de lo que hace, estudia y practica las mas viejas enseñanzas, las buenas costumbres y sabe dominarse para nunca ser dominado; sabe tomar las mejores decisiones, conociendo que la responsabilidad y la lealtad son parte fundamental de este camino por la vida.
El capoeirista es un guerrero de la vida, es un filósofo y un arquitecto de su propio destino.
Salve Zumbí, Salve Besouro, Salve Pastinha, Salve Bimba, y Salve mi Mestre que me ha enseñado con humildad y alegria esta antigua y preciosa arte.
SALVE!
Brilho do Mar
